En nuestra última visita a Ruanda pudimos ver la obra finalizada de la escuela de Kibondo. Es una escuela comunitaria, organizada por los padres de los alumnos. Este proyecto ha facilitado el acceso a la educación primaria a muchos niños que no medios de transporte para llegar a las escuelas más cercanas a su aldea. Al ser de pago y dirigida por la comunidad, es decir, por los mismos padres de los alumnos, a la escuela se le exige un alto nivel.
Los padres directivos del colegio son muy profesionales y están llenos de iniciativa. Tienen muchas ideas de posibles actividades que podrían realizar para traer más ingresos a la escuela, lo cual es una buena señal, porque demuestra que estos padres se preocupan no solo porque sus hijos reciban una buena educación sino también por mantener en buen estado las infraestructuras que les hemos ayudado a construir.