La Fundación Barceló ha firmado un acuerdo con el Hospital Sant Joan de Déu Palma-Inca para la adquisición y donación de un estimulador magnético transcraneal, una herramienta que permitirá dar una mejor respuesta a las necesidades de diagnóstico y tratamiento al colectivo de personas que sufren daño cerebral sobrevenido. El daño cerebral sobrevenido se puede originar por diferentes causas entre las que se encuentran los traumatismos craneoencefálicos, los tumores cerebrales y con mayor frecuencia los ictus.

La incidencia del ictus en nuestra comunidad autónoma se estima en 1790 casos nuevos al año de los cuales, 1500 precisan hospitalización. El ictus consiste en la interrupción de la circulación sanguínea cerebral de forma súbita, ya sea por un taponamiento de una arteria (infarto) o por una rotura de ésta (hemorragia), de modo que el tejido cerebral de la zona afectada muere. Esta circunstancia supone la aparición de unas secuelas que oscilan desde una afectación leve a situaciones muy invalidantes. Las más frecuentes son la pérdida de funciones motoras, cognitivas e intelectivas, de cambios de carácter, pérdida del habla y alteraciones de la visión. Todo ello, condiciona una pérdida de la calidad de vida de la persona que lo sufre y de sus familias.

Si bien se conoce que las alteraciones estructurales del cerebro son, hoy por hoy, irreversibles y que todavía no hay tratamiento efectivo para las enfermedades neurodegenerativas, la intervención con programas de Neurorrehabilitación es fundamental para recuperar el máximo nivel funcional y de autonomía personal. La estimulación eléctrica transcraneal es una técnica que permite la inducción de forma segura y no invasiva, de una corriente en el cerebro. Permite, entre otras cosas, el mapeo de funciones cerebrales ya que es capaz de activar o interferir en las funciones cerebrales. Permite además establecer relaciones causales entre actividad cerebral y comportamiento y, por lo tanto, optimizar el tratamiento de los síntomas derivados de la lesión cerebral.

Se ha demostrado que, aplicada de forma repetitiva, la EMT es capaz de modular la actividad cerebral en la región cortical del cerebro afectada, más allá de la duración de la estimulación de esta.
Actualmente, la EMT tiene aplicación en el campo del daño cerebral sobrevenido (Ictus, traumatismo craneoencefálico), pero también en otros procesos como el dolor crónico, la depresión mayor, trastornos de ansiedad, epilepsia y temblor esencial y se está investigando en otros ámbitos como la enfermedad del Parkinson, el deterioro cognitivo y la demencia.

En la firma han estado presentes el director gerente de SJD Palma-Inca, Joan Carulla, y el director general de la Fundación Barceló José María Navarro.