Desde la Fundación consideramos la educación el motor para el desarrollo por esa razón, desde hace más de 25 años apostamos por la educación, además de las becas educativas que incluyen alumnos desde primaria hasta la universidad, invertimos en infraestructuras como la construcción de guarderías, escuelas, institutos de formación profesional y su mantenimiento a lo largo del tiempo para garantizar una educación de calidad.

A raíz del trabajo directo con las poblaciones locales en el Proyecto Farmasol, se han detectado otras carencias sobre las que se ha decidido actuar para ayudar a las poblaciones más desfavorecidas, y es por ello que se han construido infraestructuras educativas y se están desarrollando programas que garanticen la inserción laboral y un futuro digno a las personas con discapacidad. Tal es el caso de la Escuela Formación Profesional y la formación de grupos de trabajo que les permite generar ingresos en Tanzania.