En Guinea Bissau, la mayor parte del sistema de salud público no es capaz de responder a las necesidades de la población. Ocurre lo mismo con la atención a las mujeres embarazadas, que además no pueden permitirse los costes de dar a luz en un centro de salud en condiciones, expuestas por tanto a infecciones y riesgos quirúrgicos que pueden acabar con sus vidas.
El doctor Malafi, como gesto de agradecimiento por el apoyo recibido para completar su formación como médico ginecólogo, se comprometió dar un servicio de calidad en su país de origen, Guinea Bissau. En su afán por cumplir con ese compromiso y conocedor de la precaria situación en la que se encuentra el país desde hace décadas, creó la clínica Obstétrica y ginecológica Najowil, que hoy es una clínica de referencia a nivel nacional, para prestar servicios y atención médica en la capital, donde que se atiende a una media de 15 mujeres al día, seis días a la semana.
La compra del nuevo ecógrafo ha permitido mejorar la calidad y la rapidez en sus diagnósticos, asegurando así la salud de la madre y del niño en gestación.